domingo, 25 de octubre de 2009

Mitos poco conocidos de la A a la Z



Kári: mitología nórdica.

Kári era uno de los Jotuns [gigantes primigenios de la nieve, enemigos de los dioses, que fueron ahogados en la sangre de Ymir; tras dicho suceso, fue creada una nueva raza de gigantes con los dos únicos supervivientes. Los Jotuns viven en Jotunheim, uno de los nueve mundos situados en Midgard], hijo de Fornjót. Era la personificación del viento, y de hecho se convirtió en el señor de los gigantes de las tormentas. Aparece testimoniado en un thulur, es decir, en una subsección del Edda de Snorri Sturluson, y en las sagas de Hversu y de Orkneyinga. Según estas últimas sagas, Kári fue heredero de su padre, así como sus descendientes son los gobernadores de Finlandia y Kvenlandia. Tuvo un hijo llamado Frosti/Jökul (dos nombres para el mismo personaje, dios de las heladas).Los Jotuns y la diosa Freya. Ilustración de Arthur Rackham para "El oro del Rhin" (Das Rheingold) de Wagner, ca. 1910.

viernes, 11 de septiembre de 2009

Mitos poco conocidos de la A a la Z



Jano (Ianus): mitología latina.

Para la "j" he escogido a Ianus, un dios típicamente latino. Es el patrón de las puertas (ianua), de las entradas y salidas, razón por la cual venía representado como un ser de dos caras (incluso hay testimonio de su representación cuadrifronte en monedas del siglo II a.C.), cada una mirando en una dirección, siendo en un principio una barbada y otra imberbe para luego ser ambas barbadas, y con una llave en la mano. Cualquier comienzo, especialmente si era relevante para la vida humana (cosechas, nacimientos, bodas, etc.), estaba bajo la tutela de Jano. También velaba por las transiciones: a la vida adulta, del campo a la ciudad, de la vida primitiva a la vida civilizada, de la paz a la guerra y del crecimiento de los jóvenes.
Según una tradición, Jano proviene de Tesalia. Llegó al Lacio, donde se casó con Camesa y tuvieron múltiple descendencia (entre ellos Tiberino, dios-río a partir del cual se puso nombre al Tíber). Cuando su mujer murió, Jano se convirtió en el primer rey del Lacio, y bajo su reinado se desarrolló la Edad de Oro, pues introdujo la agricultura, el dinero y las leyes. Este mito se incluye en la creencia general romana, consecuente de la griega, de que el saber y la cultura superior venían de Oriente. Esta misma tradición es una traza más de evehemerismo: según ella, Jano fue deificado tras su muerte. Por su intervención decisiva en la guerra de los sabinos (hizo crecer un manantial de la tierra cuando quisieron ascender por la colina capitolina), los romanos decidieron abrir las puertas de su templo en tiempo de guerra, para facilitar la participación del dios cuando fuera necesario.
Su santuario más famoso estaba en el Foro Romano y, a través de él, los legionarios romanos partían a la guerra. También tenía un templo en el Forum Olitorium, y en torno al siglo I d.C. se construyó otro en el Foro de Nerva.
Nuestro mes "enero", que es un calco del undécimo mes romano "ianuarius", estaba dedicado a él.
Obviamente hay más tradiciones acerca de Jano, y su reinado era probablemente más amplio incluso de lo que nos podamos imaginar, ya que su "adscripción" es muy inconcreta (entradas, umbrales, transiciones...); como ejemplo, diré que se daban atribuciones médicas a Jano, entre ellas la obstetricia.
Tenéis un interesantísimo artículo sobre los "bifaces" en el que, por supuesto, se incluye Jano aquí: http://www.flavinscorner.com/twofaced.htm


[pantheon.org]

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Mitos poco conocidos de la A a la Z


[*NOTA PREVIA*: este mito no es poco conocido, así que el título es una falacia. No obstante, esta historia me encanta y decidí inscribirla en mi blog]

Izanami e Izanagi ("La mujer que invita", también escrita como 伊弉冉尊 o 伊邪那美命 / "el hombre que invita", registrado en el Kojiki como 伊弉諾, y en el Nihonshoki como 伊邪那岐; también escrito como 伊弉諾尊) mitología japonesa. Tradición shintoísta.
Son la pareja primigenia de Japón, los creadores del mundo tal y como lo conocemos - el hecho de que sean pareja y gemelos es un factor compartido con los mitos de creación de todo el mundo. Según la leyenda, al nacer se colocaron en el puente del cielo y desde allí removieron el mar original. Cuando extrajeron la lanza, se escurrieron unas gotas de las que nació la primera isla, Onogoro. Izanami e Izanagi descendieron a la isla y se convirtieron en marido y mujer. Su primer hijo nació deforme, y esto se atribuía a que en la ceremonia de boda Izanami había hablado antes que su marido. Repitieron su ceremonia de boda correctamente, y nacieron entonces ocho hermosos hijos, que devinieron las ocho islas de Japón; tras ellos, crearon otros dioses que representarían los diversos elementos naturales: las mon
tañas, las cascadas, los vientos... hasta que Izanami dio a luz al dios del fuego, Kagutsuchi, cuyo parto trajo la muerte de su madre. Incluso muriendo, Izanami siguió engendrando dioses, que también nacieron de las lágrimas de Izanagi, lleno de rabia.
A su muerte, Izanami se dirigió a Yomitsu Kuni, el reino de los muertos. Izanagi quiso ir allí y recuperar a su amada esposa del mundo de las sombras. Al llegar, Izanami lo saludó desde la oscuridad y le pidió que no la mirase mientras se preparaba para apartarse de la compañía de los dioses de Yomi. Izanagi, desatendiendo a su petición, y lleno de deseo, encendió una antorcha y miró hacia allí: quedó horrorizado al ver que su esposa se había convertido en un cadáver putrefacto, y escapó.

Izanami montó en cólera al ver que su marido había desobedecido a sus súplicas, y envió en pos de él ominosos espíritus femeninos, ocho dioses del trueno y un ejército de fieros guerreros. Con todo, Izanagi logró escapar y bloqueó el paso entre el Yomi y el mundo de los vivos con un gigantesco canto. En ese enclave fue donde rompieron su matrimonio.
Para purificarse de su contacto con los muertos, Izanagi se bañó. De su ropa, mientras él estaba en el agua, nacieron dioses buenos y malos. También de su cuerpo: Amaterasu, la diosa del sol, nació de su ojo izquierdo; Tsuki-yomi, el dios lunar, nació de su ojo derecho (nótese el distinto sexo que se le atribuye a las divinidades astrales, siendo aquí la mitología japonesa comparable a la azteca); por último, Susano-ô, el dios de las tormentas y tempestades, surgió de su nariz. Orgulloso de su noble prole, Izanagi repartió su reino entre ellos tres.




[mythencyclopedia.com]


Mitos poco conocidos de la A a la Z


Hang Xiangzi (también Han Hsiang-tzu, Hán Xiāng Zǐ, 韩湘子, 韓湘子) mitología China. Taoísmo.
También se le conoce como El Sabio Puro (清夫, Qīngfū). Es el patrón de la cultura y de la música, siendo, según la opinión de una humilde servidora, el Orfeo del taoísmo. Forma parte del grupo de los Ocho Inmortales, que los taoístas veneran por ser hombres que, a través de la piedad y la virtud, han alcanzado la vida eterna. Forman parte de diferentes momentos de la historia china, y poco tienen que ver en común, aparte de su inmortalidad. Son algo así como los Siete Sabios de Grecia. Cada uno tiene sus propios mitos, y hay leyendas separadas sobre ellos, pero también se les representa en conjunto. Viven en las montañas de Kun Lun, en el centro de la tierra, junto al melocotonero mágico de la inmortalidad del Emperador de Jade y la Emperatriz Wang. Cada 1000 años comen con los dioses esos preciados melocotones en una gran celebración.
Nuestro Hang Xiangzi nació durante la dinastía Tang (618-907), y era sobrino de Han Yu, un escritor y estadista. Su educación corrió a cargo de Lü Dongbin (吕洞宾, Lu Tung-pin), otro de los Ocho Inmortales, quien le introdujo en el estudio del Tao. La relación de Hang Xiangzi con su tío Han Yu, escéptico ante la nueva adhesión espiritual de su sobrino, sirve como acercamiento al confucianismo.
Lü Dongbin le pidió una vez que le cogiera un melocotón de un árbol; al ir a coger el melocotón, Hang Xiangzi cayó, y al morir se liberó de su cuerpo físico para convertirse en inmortal.
Su atuendo suele ser una flauta, símbolo de la armonía, a veces también castañuelas y un crisol que lo acreditaba como alquimista reputado. Puede aparecer con un gorro y una falda de piel de ciervo, junto al melocotonero que le otorgó la inmortalidad.

martes, 8 de septiembre de 2009

Mitos poco conocidos de la A a la Z



Ghede (también escrito "Guédé" o "Gede") mitos vudú de Haití. Son la familia de espíritus relacionados con la fertilidad y la muerte. También hay una tradición según la cual es una única autoridad que ejerce su poder sobre estos dos reinos, amén de cosas indirectamente relacionadas como la actividad erótica y la protección de los niños. Si es así, se le conoce normalmente como Papa Ghede y es el cadáver del primer hombre que murió. El atuendo tradicional, que se identifica en ocasiones con Baron Samedi (otro personaje de esta mitología), es elegante y sofisticado: sombrero de copa, levita, gafas ahumadas (el sol le hace daño porque pasa mucho tiempo bajo tierra), un puro, una manzana y un bastón en la mano. El sombrero, además, va adornado con unas tibias y una calavera para que se conozca que su fuerza vital deviene del dominio de la muerte (y se entiendan las irresponsabilidades que a veces comete). Con un ojo vigila su comida, con el otro todo el universo.
Los otros ghedes menores, según la primera versión, son diversos: Ghede Masaka, Ghede Nibo, Ghede Oussou, etc., con aspectos ciertamente pintorescos.
Los altares dedicados a Papa Ghede/Baron Samedi tienen, como mínimo, una cruz, ron, gafas de sol, una calavera y un sombrero.

Mis disculpas

Sé que he retrasado mucho la publicación de entradas en el blog, por eso pido disculpas.

No tardaré en buscar más rincones perdidos de la mitología para vosotros, siempre queridos lectores.

martes, 11 de agosto de 2009

Mitos poco conocidos de la A a la Z.


Fand: mitología celta.
Fand es una divinidad marina irlandesa temprana, que luego fue llamada "reina de las hadas". Una vez estuvo casada con el dios marino Manannan. Cuando él la abandona, ella es atrapada por tres guerreros fomorianos (NB: dioses de la Muerte, del Mal y de la Noche) en una batalla por el control del mar irlandés. La única esperanza que ella tiene de ganar esa batalla es llamar al héroe Cúchulainn; este, sin embargo, dice que sólo acudirá si Fand accede a casarse con él. Ella obedece a sus deseos a regañadientes, aunque, cuando se encuentran, ella se enamora de él tanto como él se había enamorado de ella. Manannan supo que esta relación entre un humano y una diosa no podía continuar sin que finalmente aconteciera una destrucción del reino de las hadas. Así pues, puso su manto sobre los dos amantes para que estos se olvidaran el uno del otro.
Fand también era una diosa marina menor que tenía su morada tanto en el Otro Mundo como en las Islas de Man. Ella y su hermana Liban eran las diosas gemelas de la salud y los placeres mundanos. También era conocida como "Perla de la Belleza". Algunos estudiosos afirman que era una antigua deidad Manx absorbida por la mitología irlandesa.


Goddess Fand, por Aranak lu Nephem @ deviantart.com

[pantheon.org]

lunes, 10 de agosto de 2009

Mitos poco conocidos de la A a la Z.


Erinias, las (Ἐρινύες) : mitología grecorromana (en latín: Furiae, Dirae), también conocidas como Euménides (sobrenombre eufemístico para que sean propicias).

Se trata de divinidades violentas muy antiguas, nacidas de la sangre con la que se impregnó la tierra cuando Urano fue mutilado. Por dicha antigüedad, no reconocen la autoridad de los olímpicos, y al igual que las Parcas no tienen más ley que ellas mismas, y hasta Zeus ha de obedecerlas. Aunque en un principio su número es indeterminado, más tarde se va conformando el número tres como el definitivo, y se le otorga a cada una un nombre: Alecto, Tisífone y Megera. Se representan como genios alados, con serpientes entremezcladas en su cabellera y portando antorchas o látigos en la mano. Su mansión es el Érebo. Cuando se apoderan de una víctima, la enloquecen y la torturan de mil maneras; la maldición, además, se extiende a la nación que alberga al criminal. Entonces, la única manera de aplacarlas es seguir un ritual de purificación y cumplir una tarea expiatoria.

La especialidad de las Erinias es asegurar la venganza de los homicidios, el perjurio, las conductas impías y los crímenes contra los de la propia sangre (esto último de manera especialmente marcada). Son las protectoras del orden social, y por ello castigan todos los delitos susceptibles de turbarlo así como la hybris ("soberbia" es una traducción bastante aproximada) que hace olvidar al hombre su condición de mortal. Como dato curioso, prohíben a los adivinos revelar con excesiva precisión el futuro, es decir, liberar a los humanos de su incertidumbre y asemejarlos en demasía a los dioses. Por las citadas características, poco a poco se fueron concibiendo como las divinidades de los castigos infernales, bajo el mando de Hades y Perséfone, quizá también por influencia de la religión etrusca.

William- Adolphe Bouguereau (1825-1905) -" The Remorse of Orestes"

[Pierre Grimal: Diccionario de Mitología Griega y Romana. Paidós, Barcelona, 1981]

¡Carlos, cumplí con mi cometido!

Mitos poco conocidos de la A a la Z



Dohkwibuhch: mitología norteamericana . Según la mitología Snohomish, es un dios creador. La humanidad estaba descontenta con este dios porque les había dado lenguas diferentes a cada uno y no se podían comunicar. Además, por una razón desconocida el cielo estaba tan bajo que frecuentemente se daban golpes en la cabeza y con sólo trepar a la cima de los árboles se podía llegar al mundo celestial.
Un hombre inteligente ideó un plan: si todos los animales y los hombres empujaban el cielo a la vez, este se separaría de la tierra [qué curiosa la obsesión humana de explicar la separación entre el cielo y la tierra]. Se acordó un grito para empezar la maniobra de empuje mediante unas astas largas. Se oyó el grito, y el cielo fue alzado hasta la posición en que está hoy en día. No obstante, unos pocos cazadores de alce no se enteraron del levantamiento del cielo, y al tiempo que los demás estaban empujando ellos continuaron la partida de caza en el mundo celestial. Abandonados allí, el alce y los cazadores se convirtieron en las estrellas del Gran Carro [NB: según otras versiones de mitología norteamericana, serían tres cazadores y un oso], el conocido asterismo integrado en la constelación de la Osa Mayor.


sábado, 8 de agosto de 2009

Mitos poco conocidos de la A a la Z.


Condwiramurs (también conocida como Blanchefleur): personaje perteneciente al quinto romance de Chrétien de Troyes titulado Perceval, le Conte du Graal. En dicho romance, Condwiramurs, la sobrina de Gornemant, hace el papel de una doncella en apuros: están asediando su castillo cuando Percival la rescata, y cae perdidamente enamorado de ella.
El nombre córnico de Blanchefleur, Condwiramurs, proviene de la obra Parzival de Wolfram von Eschenbach (un canto inspirado a su vez en el propio Chrétien de Troyes). En dicha novela se añade al argumento que nuestra princesa se convierte en la mujer del héroe, para quien da a luz a dos vástagos: Kardeiz y Lohengrin.
Ilustración perteneciente a un manuscrito del Parzival de ca. 1443 (Universitätsbibliothek Heidelberg) - Libro VI: Parzival und Condwiramurs

jueves, 6 de agosto de 2009

Mitos poco conocidos de la A a la Z.



Bunjil: (procede de la mitología aborigen australiana) Es un dios zoomórfico, con la forma de un águila o halcón, el creador supremo de los pueblos Koori de Victoria. Como suele suceder en estos casos, creó los ríos, las montañas, la flora y la fauna. Según las distintas tradiciones, fue él quien creó a la humanidad o bien quien la educó, ofreciéndole armas, herramientas y ritos divinos. Según los primeros, Bunjil habría creado a los varones con arcilla mientras que su hermano Bat creó a las mujeres con agua. Tenía dos esposas y un hijo (Binbeal, el arco iris). El principal enemigo de Bunjil es Bellin-Bellin, el cuervo, que tiene un saco en que guarda los vientos (¿Eolo?). Con la apertura del saco de Bellin-Bellin, que conllevó que los vientos se desataran con violencia, Bunjil y su familia fueron llevados hasta el mundo del cielo, que los Koori creen que estaba sostenido por cuatro postes. Poco después de la llegada de los primeros hombres blancos, se corrió la voz de que el poste oriental se estaba pudriendo. Poco después, el cielo se vino abajo.

NB: Altjeringa "El tiempo de los Sueños" es el tiempo de creación del mundo, pero no se considera un tiempo pasado, sino un presente eterno al que se tiene acceso mediante rituales específicos. Los relatos mitológicos o "sueños" hablan de las hazañas de los Antepasados, que son los que hacen las cosas por primera vez, siendo las acciones futuras copia de las anteriores. Las historias de los Antepasados contenidas en los Sueños han sido expresadas en canciones y pinturas, que forman un mapa mitológico del territorio australiano.

[Neil Philip: Mitos y Leyendas: Guía Ilustrada, ed. Celeste/Raíces, Madrid, 1999]

miércoles, 5 de agosto de 2009

Mitos poco conocidos de la A a la Z.



Apofis ("el que fue escupido"): Enemigo cósmico que simboliza el mal y el conjunto de fuerzas destructivas.

Su representación es una serpiente de dimensiones gigantescas
(de nuevo, la lucha del hombre contra un gr
an sauro, sea un dragón o un reptil más común) aunque también adopta la forma de otros animales eventualmente.

El origen de este monstruo sólo viene referido de una forma precisa en el templo de Esna en el Alto Egipto.
Su nombre deriva de su nacimiento: surgió de la saliva de la diosa Neith (una diosa andrógina, uno de los pocos casos de dios demiurgo) cuando ésta cayó en las aguas primordiales. Los llamados "dioses anteriores" repudiaron el escupitajo de la diosa, así que la serpiente monstruosa proscrita optó por la sublevación. Por decirlo así, es una personificación (animalización, más bien) del caos.
Habita en las profundidades de las tinieblas, en el abismo que alberga a los pecadores, a los que no han podido ser salvados en el momento del juicio, a los muertos y a los enemigos de los dioses (como es el caso de esta serpiente).
Cada mañana y cada noche ataca a la barca solar con el único propósito de hacerla hundirse para interrumpir el proceso de creación. Cada día es vencida y condenada a caer en la no existencia. Esta simbología será retomada en época romana con el Uroboros ("el que se traga su cola"): el círculo completo del cuerpo de la serpiente representa la nada que asedia al mundo organizado en cualquier lugar.
Los principales enemigos de Apofis son Isis y Seth, apostados en lugares estratégicos de la barca solar para defenderla.

[Aude Gros de Beler: Mitología Egipcia.
Ed: Lisma, 2001.]

lunes, 3 de agosto de 2009

Los Anasazi

Mesa Verde, Colorado, EE.UU.

Anasazi. Se trata de una tribu india americana, actualmente desaparecida como tal; hay quien sitúa su origen en el 1200 a.C. (-1200).
Empecemos por su nombre. La palabra "anasazi" es de origen navajo y significa "antiguos enemigos". La tribu que se autoproclama descendiente de los anasazi es la hopi, que utiliza para referirse a estos últimos la voz Hisatsinom.
Los navajos, por su parte, se mantienen alejados de Mesa Verde y de Cañón Chaco, lugares que en tiempos pretéritos fueron habitados por sus anasazi. Según parece, cuando les preguntan por qué, ellos responden: "allí sucedió algo malo". Y es que la leyenda de los anasazi está sumida en el misterio y la oscuridad relativos al abandono de su preciosa aldea excavada en la piedra de una forma repentina. Se habla de matanzas, de confrontaciones internas, de mutilaciones y canibalismo.
No es, sin embargo, el tema que me interesa (seguro que en la Wikipedia, en libros divulgativos de leyendas históricas etc. encontraréis lo que queráis saber y más sobre el asunto), sino más bien el precioso poblado que dejaron atrás.

Lo que en la imagen parece una maqueta son, realmente, ruinas anasazi. Imaginad las dimensiones reales (¡se trata de un Cañón del Colorado!). Para mí, el verdadero interrogante es este: ¿cómo hicieron para crear esta maravilla? ¿Cuánto tardaron?

lunes, 27 de julio de 2009

El Otro

Hoy me ha venido a la mente el manido tema de la "amenaza externa". ¿Hasta qué punto es natural y no producto de la civilización ese cisma entre "Nosotros" y "el Otro"? Hay argumentos a favor de las dos posturas, pero yo me inclino a pensar en una semilla natural que ha ido creciendo exponencialmente junto con el mismo ser humano.
La idea de grupo es básica para la supervivencia de la mayoría de los animales. La agrupación en manadas, bandadas, tribus, etc., es una estrategia defensiva básica. Hasta este punto, la agrupación es algo natural. Pero, ¿es natural que una raza - la humana - se proteja de sí misma? Se pueden esgrimir argumentos como: la superpoblación del mundo, la escasez de recursos, la expansión territorial, etc. Yo me inclino a pensar que la paranoia, el miedo constante hacia otros seres humanos es un gaje de nuestro desarrollo intelectual. En otras palabras, la paranoia viene dada por lo mismo que nos diferencia como seres humanos.
Se han escrito muchos estudios sobre el miedo; casi todos apuntan a que el miedo a lo desconocido, inexplicable e intangible es lo que más nos asusta. Pero no todos hablan de ese miedo que el hombre siente hacia el otro hombre, cuando actualmente es sin duda el que prevalece. Y, en realidad, ¿cuándo empezó a prevalecer? Cuando sucedió la tragedia del 11-S corrieron ríos de tinta sobre diversos temas relativos a esta cuestión. Se decían cosas como que "a partir de ahora, el enemigo de EE.UU. está a las puertas", como si "Occidente" hubiera descubierto "la amenaza de Oriente". Me pregunto si realmente no se dan cuenta de que esto viene de muy lejos (y no sólo de las Cruzadas, como algunos pretendieron). Pensándolo fríamente, quizás sí sea cierto que todo radica en el "miedo a lo desconocido": una cultura distinta, una religión diferente, una lengua diversa y una apariencia física llamativa. Podemos pretender que las características físicas de una persona ya no cuentan para juzgarla. Pero eso es algo teórico, una de las mentiras del nuevo siglo. Ahí están los prejuicios para corroborarlo.


¿Existe alguna cura para ello? Sí y no. Hay rasgos del ser humano que no van a cambiar, y luchar contra ellos es una verdader pérdida de tiempo. Pero en cuanto a lo "curable", según mi parecer, la educación, el contacto con otras culturas y el vivir en un entorno de convivencia armónica natural (sin maniobras políticas que fuercen la integración, etc.) tienen la última palabra.

viernes, 26 de junio de 2009

Soñar con la muerte.

Como he venido leyendo recientemente, las fantasías necrófilas son un tema común en las manifestaciones artísticas de todos los tiempos. La muerte es un tema tan querido como temido para los artistas. No hablaré de "volver de la muerte" ni del Más Allá por hoy, tan sólo de las ensoñaciones de la propia defunción o de cómo es la muerte, especialmente en la antigua Roma.

¿Por qué soñar con el funeral propio? Hablemos de héroes, políticos, viri en general. En Roma, sin el menor tinte de romanticismo, se desea por el muerte para adquirir la dignitas, la memoria. La muerte era, al igual que ahora, un aval más por el cual una persona merecía reconocimiento. Es por ello que uno de los mayores castigos para griegos y romanos era morir en el olvido. Por eso Aquiles prefirió una vida corta, pero heroica (llena de κλέος), a una vida tranquila y una muerte sin recuerdo. En algún momento dice que preferiría ser hijo del más humilde esclavo (o algo por el estilo), pero es una idea que su mente alberga en un momento fugaz.


Durero: "El caballero, la muerte y el diablo"

En cuanto a los poetas, ¡Ay, los poetas! Las fantasías necrófilas relucen aquí y allá en la poesía, especialmente en la latina. Son unos pioneros del amor post mortem, de concebir un sufrimiento sin límites (esto es, superando la muerte) por la amada. Se preguntan si la amada lloraría su muerte. Y no son parcos en alegorías macabras. Carlos me recordó a propósito el famoso poema de Miguel Hernández ("Elegía a Ramón Sijé"):
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
De cualquier manera, una ensoñación es una ensoñación, y nada tiene que ver con el profundo temor que tenemos hacia lo desconocido, hacia lo que no logramos entender y se escapa a nuestro control. ¿Y qué hay más incontrolable, más desconocido y menos comprensible que la muerte?


domingo, 21 de junio de 2009

Dormir para sanar.


Aunque a mr. Óvp no le guste, y le ponga ciertamente nervioso, he de decir que el profesor Kingsley muestra en su libro En los oscuros lugares del saber (ed. Atalanta) teorías muy interesantes.
Me gustó sobre todo la historia de los phôlarchos y de la incubación, y su relación con un Apolo arcaico no tan resplandeciente como solemos creer
Para mi gusto, habla mucho de la concepción que en Italia y Grecia se tenía de Apolo como un dios de la muerte aparente, de la sanación y de la incubación... Todo ello sin tener en cuenta al dios etrusco que se asimiló con Apolo para hacer nacer al Apolo romano. No conozco mucho, cosa que lamento, la mitología etrusca... Pero, ¿es que a nadie se le ha ocurrido esta idea antes? Cuando tenga tiempo, buscaré información sobre el tema (lo sé, vivan los blogs "nota para recordar").
Sin pretensiones de hacer un estudio profundo, voy a permitirme un salto temporal importante y teletransportarme de la Grecia e Italia arcaicas a la actualidad, gracias al tema "El reposo como curación". Si hacemos un estudio comparativo, veremos que, como muchas otras veces, el material es el mismo pero nuestra forma de mirarlo es diferente - en eso consiste el paso del tiempo. Donde se hablaba de "incubación", nosotros hablamos de "reposo". Donde se hablaba de iatromanteis o phôlarchoi, nosotros hablamos de médicos (o científicos en general que, como dice Kingsley, son los nuevos sacerdotes y magos). Y donde se habla de plutonia (entradas a los infiernos en que tradicionalmente había una instalación para la incubación), hablamos de hospitales. Lo único que sucede es que nos falta el encanto de la magia, de la creencia en el mito que hemos dejado atrás en aras de la hegemonía de la razón y que, desde la época de Platón, el pensamiento occidental ha cambiado.

Siento no extenderme más, porque considero que esta entrada es de lo más pobre, pero estamos en exámenes y mi cabeza echa humo. Espero que podáis entenderlo.

Quizá necesite un iatromantis.

jueves, 18 de junio de 2009

Gigantismo primigenio.

Desde hace mucho tiempo ronda en mi mente la idea de hacer un estudio comparativo de las distintas cosmogonías indoeuropeas. Este no es el lugar ni el momento, pero sí que voy a ir abriendo boca sobre cómo podría enfocar mi estudio.

La técnica de contraste es enriquecedora la mayoría de las veces, y muy especialmente en términos mitológicos: conocer al otro es conocernos a nosotros mismos. Apunto, aunque sea algo evidente, que cuando hablo de "contrastar" no me refiero a encontrar tan sólo diferencias, sino también semejanzas. No he leído mucho sobre eso que se llama universales, y lo poco que he leído se centraba en el ámbito literario. Yo hablo de universales culturales, o al menos de esa sensación de "sustrato común" que suscita el observar el asombroso parecido entre zigurats mesopotámicos y pirámides mayas.

Volvamos a las cosmogonías. Hay muchos elementos comunes a diversas mitologías, y uno de ellos es el gigantismo, un fenómeno que ahora simplemente se trata como una enfermedad endocrina. Y no sólo hay que hablar de gigantes en términos humanos, sino también arquitectónicos o, en general, artísticos (recordemos las construcciones ciclópeas de las diversas civilizaciones de la antigüedad).
Propongo dos modelos que corresponden a los dos extremos del área de influencia indoeuropea:

Ymir - Mitología Nórdica

Purusha - Mitología India

Ambos son gigantes primigenios. En ambos casos los otros dioses los desmiembran para crear el mundo, en una suerte de sacrificio ritual - lo cual habla mucho de las antiguas ofrendas y sacrificios cruentos y, tal vez, antropofágicos (que, por cierto, tienen que ver con lo que en Grecia llaman el φάρμακον, un ritual de purificación testimoniado en autores arcaicos y del que quizá hable más tarde) ejecutados por los hombres indoeuropeos. Pero hay algo que subyace a lo que puede parecer una monstruosa mutilación: panteísmo, nacido del origen divino (los gigantes no dejan de tener un carácter divino) de su materia gigántica.

¿Quizá nazca este concepto del animismo que se postula como ideología/teología prehistórica?

Continuará.

lunes, 15 de junio de 2009

Pasaporte para el Más Allá. ¿Algo que declarar?

Quizá algunos no conoceréis el pasaporte al que me refiero. Se trata de las "laminillas órficas", escrituras místicas en una pequeña hoja de oro enterradas junto al difunto - participante de las creencias órfico-dionisíacas, obviamente - que aseguraban un exitoso paso al Más Allá, con consideración divina.


Mucho se ha hablado de su significado simbólico, de los rituales que refieren, se han comparado incluso con "el libro de los muertos" egipcio... Pero ¿y la belleza del escrito? Los griegos hacen gala una vez más de una imaginación desbordante y de un dominio de la expresión difícilmente superable.

Sin más preámbulos, he aquí una muestra.

Laminilla de Hiponio (ca. 400 a.C.):

“Más adelante hallarás, de la laguna de Mnemósine
agua que fluye fresca. Y a su orilla hay unos guardianes.
Ellos te preguntarán, con sagaz discernimiento,
por qué investigas las tinieblas del Hades sombrío.
Di: “Hijo de Tierra soy y de Cielo estrellado;
de sed estoy seco y me muero. Dadme, pues, enseguida,
de beber agua fresca de la laguna de Mnemósine”
(trad. Alberto Bernabé)
Jiménez San Cristóbal, M.I. - Bernabé, A: Instrucciones para el más allá: las laminillas órficas de oro. Madrid, 2002, Ediciones Clásicas, S.A.


sábado, 13 de junio de 2009

La superficialidad: los griegos, los romanos y nosotros.

Os propongo una idea atrevida. En clase hemos visto varias veces que la palabra griega para "mar" es o el extranjerismo ϑαλάσσα, o la metonimia ἁλς "sal", o lo que es más interesante: πέλαγος, un vocablo transmitido a Roma casi sin cambios en la forma de pelagus "piélago", que creo recordar tiene referencia a la planicie del mar. El latín puso su granito de arena con la palabra aequora, que aunque parece tener relación con la palabra aqua, no la tiene tan directamente como con el adjetivo aequus "igual, liso, llano". Y digo que no la tiene "directamente" porque -no tengo documentos para ello, pero seguro que algo se puede encontrar - aqua y aequus están relacionados de algún modo, ya para empezar fonéticamente. Alguien puede apuntar que los romanos también tenían la palabra mare, pero a mí me interesan más estos vocablos que hablan de superficie plana y, según la creencia de los antiguos, inabarcable.


Como todos los filólogos clásicos ahora, me encargaré de desmitificar la idea de los griegos como unos obsesos de la navegación: si leemos a Hesíodo, nos dirá que el mar es la última opción una vez que no se ha encontrado trabajo o superficie de cultivo en tierra firme. Los romanos ya son otro cantar, porque tienen precedentes claros de colonialismo y la experiencia de griegos y etruscos como referencia. No obstante, tienen también una idea griega del mar.

¿Por qué llano y liso, y por qué superficie? Pues porque el mar, el Océano, es para ellos el Mediterráneo. Sólo los aguerridos foceos de entre los griegos se atrevieron a llegar al Atlántico, al mar que desemboca - decían - en el fin del mundo. Como todos los que hayáis conocido el Mediterráneo sabréis (Óvp, en su visita a las playas griegas, podrá corroborar esto), el mar es especialmente liso y brillante, por su especial situación geográfica y por sus largos días de sol. Como todos, los griegos y romanos creaban palabras por comparación y especialización de preexistentes entre otros muchos métodos: el símil más propio para el mar eran los prados, los campos... en definitiva, una superficie lisa y llana.
Entonces nos preguntamos: ¿es que los griegos no nadaban?; ¿tampoco los romanos? Con hacerlo una sola vez se aprecia que el mar no tiene nada de plano, y que la cantidad de flora y fauna existente riñen con la descripción que se hace del mar como una superficie inerte y yerma. ¿Por qué el mar en los vasos griegos y del sur de Italia se dibujaba oleado? En Homero, ¿por qué el mar es fragoroso? ¿Y por qué en Virgilio las olas del oscuro mar gimen a los lados de la quilla (Canto I)? Si el mar es tan tranquilo y liso no se producirían semejantes fenómenos.


Se podrían elaborar numerosas teorías sobre el tema, pero me quedo con una que se me ha ocurrido y que quizá os haga sonreír: ¿y si con paradojas como estas nos encontramos ante el nacimiento de la superficialidad? Quizá ellas mismas hayan destruído el pensamiento místico.Parece evidente que muchas personas recurren a quedarse en la superficie porque el fondo es muy preocupante. Mucha gente vive una situación y cierra los ojos a sus consecuencias para evitar pensar en ellas. Vayamos a la playa: ¿quién se bañaría en el mar si se pusiese a pensar en toda esa fauna y flora desconocidas, tal vez hostiles que en él moran? Quizá alguien me tache de obsesiva alegando que "en la orilla y durante un buen trecho no hay bichos ni algas extrañas que te puedan hacer daño". Ya, en la orilla: ¿no es eso un cierto tipo de superficialidad? Hay dos vías de acceso al mar: desde la costa y desde la superficie. Ambas confluyen en la orilla Como si fueran la punta más afilada de un triángulo rectángulo.

Dejo esto a vuestra reflexión. ¿Quizá tenía razón Tales cuando dijo que todo nace en el agua?

viernes, 12 de junio de 2009

La Venus más antigua.


Recientemente leí esta noticia en el diario El País:

"Hallada en Alemania la venus más antigua del mundo"

Me pareció realmente curiosa por varios motivos. En primer lugar, la venus en cuestión tiene unos órganos genitales desproporcionados y una ausencia completa de cabeza. En segundo lugar, el descubrimiento no tuvo lugar en lo que yo tengo por el "centro" desde el cual se produjo la diáspora de la humanidad (alguna zona de África, o de la antigua Mesopotamia, Egipto...), sino en la región de Danubio-Alb.

La figurilla le dio a mi mente una idea con la que jugar. La especial fisionomía de la Venus me llevó a recapacitar sobre la concepción antigua que se tenía de la mujer. Tranquilos, no voy a hacer una proclama feminista que hable de machismo, sexualidad, cosificación de la mujer, etc. Mi pequeño análisis me trajo a las siguientes conclusiones ("ese lugar al que llegamos cansados de pensar", como oí en alguna parte): estamos hablando de matriarcado, de una deificación al menos parcial de lo femenino como símbolo de fertilidad y proveedor de vida, en primer lugar. Por ello no nos debería escandalizar el hecho de que sus senos y su vulva tengan un tamaño descomunal. Alguno, esgrimiendo el argumento de nuestro carácter pseudoanimal (que yo pongo bastante en duda) en la época en que esta figura se creó, dirá que es una aberración propia de primates evolucionados. Entonces yo le menciono a Príapo, un dios presente en una cultura que suele considerarse como refinada - la griega -, o de Min, que es el homólogo egipcio del Príapo griego. Si justificamos a estos últimos, ¿por qué no a los pobres muchachos del periodo auriñacense?
En segundo lugar, esta imagen nos da ideas de la sede de pensamiento, emoción y sentimiento de los primeros humanos. Muchas veces, en textos de la Antigüedad, se habla de frénes o de stéthos, de corda o pectora para hablar del núcleo de la sensación y el intelecto... Y no nos damos cuenta de que no se suele mentar la cabeza hasta bastante entrada la Edad Antigua. En mi opinión, el hecho de que esta figurilla no tenga una cabeza propiamente dicha, sino una especie de oquedad en la que, presumiblemente, iría un cordel, indica no sólo que la figura era un amuleto, sino que se optó por agujerear la cabeza porque lo importante estaba debajo. O mejor dicho, dentro. En una era en la que el intelecto y la cultura como tal no ocupaban un espacio tan grande en la mente humana como las preocupaciones básicas de la mera existencia, la emoción relega al pensamiento a un segundo plano. Y la emoción se ubicaría en aquellos lugares que nos indican claramente su existencia, que nos aportan signos físicos. ¿De qué manera? Para encontrar la respuesta tan sólo hay que observarnos a nosotros mismos. ¿Qué pasa cuando tenemos miedo, o sentimos pena o angustia? Tenemos lo que se llama actualmente "un nudo en la garganta", el corazón nos late más rápido, nos duele el estómago, etc., todo ello en torno al corazón y el pecho. Esta creencia, opino, fue la que se transmitió a las civilizaciones posteriores; de ahí los frenes, de ahí los pectora.
Sea como fuere, no miréis a la venus sólo por fuera, porque esta venus es todo corazón.

jueves, 11 de junio de 2009

El nombre.

Puede parecer una cuestión baladí, pero la denominación particular de cada persona o cosa aporta un significado más allá de la pura función fática. El nombre por el que se llama (o invoca) algo es más un símbolo que una simple etiqueta, y este es un hecho universal. En las lenguas pertenecientes al ámbito indoeuropeo, las palabras para designar el término "nombre" son fácilmente reconocibles, y se percibe en ellas con claridad una forma común: en griego, ὄνομα; en latín, nomen; en inglés, name; en indio antiguo, नाम... y así una larga lista. Por otra parte, "de renombre", "esto no tiene nombre", "vas a manchar el nombre de nuestra familia"... son expresiones o frases hechas que arrojan luz sobre la cuestión: una simple etiqueta no puede considerarse un símbolo, sino una mera herramienta clasificatoria, y evidentemente este no es el caso. Un nombre es mucho más. Téngase en cuenta el hecho de que en muchas culturas se evitaba y se evita el hacer imprecaciones incluyendo el nombre del que maldice, del emisor. Para ellos (y para nosotros) el nombre tiene algo de la esencia de lo denominado, tiene una influencia innegable: por eso mismo hay palabras que nos transmiten miedo, alegría y todo tipo de emociones. Y si lo pensamos por un momento no suelen ser precisamente verbos ni adjetivos, sino nombres.

A propósito del propósito.

Quizá a algunos les parezca extravagante el título de este blog. La mayoría no sabrán ni siquiera lo que es una siringa; sin embargo las bases de su cultura conocen bien este término. De todas maneras, no compliquemos más las cosas: es un instrumento musical griego de gran importancia simbólica.
Podría haber utilizado la palabra griega "syringe", pero este sería un problema - quizá. No me gustaría que los amigos que busquen mi blog encuentren páginas relativas a jeringuillas, ya que este es el término en inglés "syringe". Miento al decir que no me gustaría, porque en realidad me complace la relación entre un instrumento curativo - está bien: preventivo - y otro. Porque conocer la siringe como símbolo es conocerse a uno mismo, es encontrar el propio reflejo al mirarse en un espejo.

Suena enigmático, ¿no es así?

No quiero abrumar con información indeseada a mis escasos lectores: pasemos al propósito, que es lo que nos concierne. Este blog pretende expresar mis reflexiones, curiosidades que pueda considerar interesantes - en especial sobre la cultura clásica mundial, no sólo grecolatina -, y otro tipo de cosas, que dejo a vuestro descubrimiento y posterior comentario.

Muchas gracias por pasaros por aquí.