jueves, 18 de junio de 2009

Gigantismo primigenio.

Desde hace mucho tiempo ronda en mi mente la idea de hacer un estudio comparativo de las distintas cosmogonías indoeuropeas. Este no es el lugar ni el momento, pero sí que voy a ir abriendo boca sobre cómo podría enfocar mi estudio.

La técnica de contraste es enriquecedora la mayoría de las veces, y muy especialmente en términos mitológicos: conocer al otro es conocernos a nosotros mismos. Apunto, aunque sea algo evidente, que cuando hablo de "contrastar" no me refiero a encontrar tan sólo diferencias, sino también semejanzas. No he leído mucho sobre eso que se llama universales, y lo poco que he leído se centraba en el ámbito literario. Yo hablo de universales culturales, o al menos de esa sensación de "sustrato común" que suscita el observar el asombroso parecido entre zigurats mesopotámicos y pirámides mayas.

Volvamos a las cosmogonías. Hay muchos elementos comunes a diversas mitologías, y uno de ellos es el gigantismo, un fenómeno que ahora simplemente se trata como una enfermedad endocrina. Y no sólo hay que hablar de gigantes en términos humanos, sino también arquitectónicos o, en general, artísticos (recordemos las construcciones ciclópeas de las diversas civilizaciones de la antigüedad).
Propongo dos modelos que corresponden a los dos extremos del área de influencia indoeuropea:

Ymir - Mitología Nórdica

Purusha - Mitología India

Ambos son gigantes primigenios. En ambos casos los otros dioses los desmiembran para crear el mundo, en una suerte de sacrificio ritual - lo cual habla mucho de las antiguas ofrendas y sacrificios cruentos y, tal vez, antropofágicos (que, por cierto, tienen que ver con lo que en Grecia llaman el φάρμακον, un ritual de purificación testimoniado en autores arcaicos y del que quizá hable más tarde) ejecutados por los hombres indoeuropeos. Pero hay algo que subyace a lo que puede parecer una monstruosa mutilación: panteísmo, nacido del origen divino (los gigantes no dejan de tener un carácter divino) de su materia gigántica.

¿Quizá nazca este concepto del animismo que se postula como ideología/teología prehistórica?

Continuará.

4 comentarios:

  1. a) Para estudio comparativo de las cosmogonías indoeuropeas tienes toda la obra de Georges Dumèzil, al que tuve que estudiar en esa divertida asignatura que fue Historia de las Religiones de la Antigüedad. El método es útil, pero tiene enormes limitaciones. De todas formas, también nos permite profundizar en el conocimiento del pasado, hasta cierto punto. Hoy en día, Dumèzil tiene cierta mala fama.

    b) Por cierto, que me encanta la mitología.

    c) Yo no pondría la mano en el fuego por nada cultural con pretensiones de univeralidad. Huye de los idus de los universales, Irene... Huye... P. e.: el hecho de que las pirámides sean así en todos lados responde a cuestiones físicas, ya que es la única forma de que una civilización con una técnica primitiva construya edificios altos, es decir, cercanos al cielo. En fin: no huyas de los universales, pero cógelos con pinzas

    d) El gigantismo es un buen ejemplo de universal creíble,...

    e) ...y me parece muy interesante tu reflexión sobre antropofagia y sacrificios rituales,...

    f) ...pero yo no veo mucho la relación con un posible panteísmo antiguo. Lo que comentas: el gigante primigenio es asesinado en el proceso de creación, por lo que me da la impresión de que, para los hombres antiguos, su identidad no debía de pervivir en el mundo creado con los restos de su cuerpo. Es mi opinión, claro. Sería diferente si hablaras del Ygdrasill, el Árbol del Mundo de la propia mitología escandinava.

    g) En cuanto al animismo, es decir, a la creencia en espíritus que habitan-en y dan vida a la naturaleza, me parece que es más probable que tengan otro origen. Concretamente, el que cita (no es suyo) el profesor y filólogo Enrique Bernárdez en su libro "Los mitos germánicos" (aunque el origen es universalizable, no sólo germánico). Te recomiendo el libro, y te lo puedo prestar. El tipo peca de creer que puede reconstruir la cosmogonía y la religión escandinavas a través exclusivamente de la filología, pero aún así es un libro interesante (y más para aquellos a los que nos gusta especular sin fundamento).

    ResponderEliminar
  2. ¡Y ya está! ¡Ya he comentado todas tus entradas! Lo que significa que me ha gustado el blog, vaya. (No siempre será así, pero hoy me sentía con tiempo.) Además, he puesto tu blog en mi agregador de feeds y en la lista de blogs recomendados de mi difunto blog. ¡Nos vemos!

    ResponderEliminar
  3. Me ha gustado tu artículo, me parece un tema muy interesante.
    Voy a echarle una ojeada al resto de tu blog, saludos!

    ResponderEliminar
  4. Interesante entrada...
    Tengo entendido que el "animismo" es un cajón de sastre en el que se mete todo lo que no se sepa clasificar o analizar del mundo religioso, tanto de culturas "primitivas" actuales como de las prehistóricas...

    ResponderEliminar