viernes, 26 de junio de 2009

Soñar con la muerte.

Como he venido leyendo recientemente, las fantasías necrófilas son un tema común en las manifestaciones artísticas de todos los tiempos. La muerte es un tema tan querido como temido para los artistas. No hablaré de "volver de la muerte" ni del Más Allá por hoy, tan sólo de las ensoñaciones de la propia defunción o de cómo es la muerte, especialmente en la antigua Roma.

¿Por qué soñar con el funeral propio? Hablemos de héroes, políticos, viri en general. En Roma, sin el menor tinte de romanticismo, se desea por el muerte para adquirir la dignitas, la memoria. La muerte era, al igual que ahora, un aval más por el cual una persona merecía reconocimiento. Es por ello que uno de los mayores castigos para griegos y romanos era morir en el olvido. Por eso Aquiles prefirió una vida corta, pero heroica (llena de κλέος), a una vida tranquila y una muerte sin recuerdo. En algún momento dice que preferiría ser hijo del más humilde esclavo (o algo por el estilo), pero es una idea que su mente alberga en un momento fugaz.


Durero: "El caballero, la muerte y el diablo"

En cuanto a los poetas, ¡Ay, los poetas! Las fantasías necrófilas relucen aquí y allá en la poesía, especialmente en la latina. Son unos pioneros del amor post mortem, de concebir un sufrimiento sin límites (esto es, superando la muerte) por la amada. Se preguntan si la amada lloraría su muerte. Y no son parcos en alegorías macabras. Carlos me recordó a propósito el famoso poema de Miguel Hernández ("Elegía a Ramón Sijé"):
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
De cualquier manera, una ensoñación es una ensoñación, y nada tiene que ver con el profundo temor que tenemos hacia lo desconocido, hacia lo que no logramos entender y se escapa a nuestro control. ¿Y qué hay más incontrolable, más desconocido y menos comprensible que la muerte?


2 comentarios:

  1. ¿Te imaginas que Jackson hubiera muerto con 25 años ?

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  2. Pues si que tenemos miedo a lo desconocido y más cuando vivimos en una sociedad en la que se rinde culto a la muerte y a la enfermedad...

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