viernes, 12 de junio de 2009

La Venus más antigua.


Recientemente leí esta noticia en el diario El País:

"Hallada en Alemania la venus más antigua del mundo"

Me pareció realmente curiosa por varios motivos. En primer lugar, la venus en cuestión tiene unos órganos genitales desproporcionados y una ausencia completa de cabeza. En segundo lugar, el descubrimiento no tuvo lugar en lo que yo tengo por el "centro" desde el cual se produjo la diáspora de la humanidad (alguna zona de África, o de la antigua Mesopotamia, Egipto...), sino en la región de Danubio-Alb.

La figurilla le dio a mi mente una idea con la que jugar. La especial fisionomía de la Venus me llevó a recapacitar sobre la concepción antigua que se tenía de la mujer. Tranquilos, no voy a hacer una proclama feminista que hable de machismo, sexualidad, cosificación de la mujer, etc. Mi pequeño análisis me trajo a las siguientes conclusiones ("ese lugar al que llegamos cansados de pensar", como oí en alguna parte): estamos hablando de matriarcado, de una deificación al menos parcial de lo femenino como símbolo de fertilidad y proveedor de vida, en primer lugar. Por ello no nos debería escandalizar el hecho de que sus senos y su vulva tengan un tamaño descomunal. Alguno, esgrimiendo el argumento de nuestro carácter pseudoanimal (que yo pongo bastante en duda) en la época en que esta figura se creó, dirá que es una aberración propia de primates evolucionados. Entonces yo le menciono a Príapo, un dios presente en una cultura que suele considerarse como refinada - la griega -, o de Min, que es el homólogo egipcio del Príapo griego. Si justificamos a estos últimos, ¿por qué no a los pobres muchachos del periodo auriñacense?
En segundo lugar, esta imagen nos da ideas de la sede de pensamiento, emoción y sentimiento de los primeros humanos. Muchas veces, en textos de la Antigüedad, se habla de frénes o de stéthos, de corda o pectora para hablar del núcleo de la sensación y el intelecto... Y no nos damos cuenta de que no se suele mentar la cabeza hasta bastante entrada la Edad Antigua. En mi opinión, el hecho de que esta figurilla no tenga una cabeza propiamente dicha, sino una especie de oquedad en la que, presumiblemente, iría un cordel, indica no sólo que la figura era un amuleto, sino que se optó por agujerear la cabeza porque lo importante estaba debajo. O mejor dicho, dentro. En una era en la que el intelecto y la cultura como tal no ocupaban un espacio tan grande en la mente humana como las preocupaciones básicas de la mera existencia, la emoción relega al pensamiento a un segundo plano. Y la emoción se ubicaría en aquellos lugares que nos indican claramente su existencia, que nos aportan signos físicos. ¿De qué manera? Para encontrar la respuesta tan sólo hay que observarnos a nosotros mismos. ¿Qué pasa cuando tenemos miedo, o sentimos pena o angustia? Tenemos lo que se llama actualmente "un nudo en la garganta", el corazón nos late más rápido, nos duele el estómago, etc., todo ello en torno al corazón y el pecho. Esta creencia, opino, fue la que se transmitió a las civilizaciones posteriores; de ahí los frenes, de ahí los pectora.
Sea como fuere, no miréis a la venus sólo por fuera, porque esta venus es todo corazón.

3 comentarios:

  1. Puedo prometer, y prometo también leer tu blog.
    Con todo mi corazón. (poseído por Venus), Óscar!

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  2. Ya estas en mi lista de blogs recomendados. Lo cual es una obligacion a mantener una calidad y constancia elevadas... Todo un reto, amiga.

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  3. a) Yo diría que el centro de la diáspora humana es la cuna de la Humanidad: África oriental.
    b) "Conclusiones: lugar en el que dejamos de pensar, no por haber llegado a ninguna meta, sino por mero cansancio." Yo también lo había oído.
    c) ¡Cada vez que oigo hablar de matriarcado me entran ganas de sacar mi pistola...!
    d) Sobre la animalidad del hombre, no hay dudas: somos animales aún hoy, y completamente. Aunque se nos haya hinchado el cerebro y padezcamos las consecuencias.
    e) Las venus son un reflejo tanto de la veneración de la fertilidad como de la maravilla que nos causa nuestra propia sexualidad. Sin embargo, algo me dice que el caso de Príapo y de Min son más bien sólo lo segundo... Cochinos...
    f) Discrepo en cuanto a los motivos a los que atribuyes el tamaño de la cabeza, aunque no quiero extenderme sobre ello.
    g) Y... Buena frase final.
    ¡Nos vemos en el siguiente post!

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